- UN DESPERTAR CONFUSO
- ELIZA -
Intente abrir los ojos pero mis parpados
estaban pesados, parecían no querer abrirse, eso me desesperaba ¿porque no se
habrían mis parpados? ¿Dónde estaba? ¿Y
el Por qué de tanto sueño?, podía escuchar murmurios de personas, era tan
confusa esa situación pero mas que confusa aterrorizante.
Después de mucho tiempo de estar asi,
por fin comenzaba a sentir como mis parpados se volvían livianos y el dolor que
antes tenia en mi cabeza cesaba.
Volví a
intentar abrir mis ojos y lentamente se abrieron, veía borroso, parpadeé
tres veces seguidas hasta que al fin vi con claridad.
Estaba en una habitación blanca por
completo, sus cortinas estaban cerradas y por ello no entraba luz, la
habitación se encontraba fría, todo a mí alrededor me pareció tan extraño ¿Qué
hacia yo ahí? ¿Esta no era mi habitación? ¿Dónde estoy?, muchas preguntas
invadieron mi cabeza, pero solo lograron causar mas dolor, eso me llevo a
agarrarme la cabeza con mis manos pero cuando iba a intentarlo, el me dejo
quieta….
Me encontraba acostada en una cama que
como podían ser obvias sus sabanas eran blancas, tenía puesta una bata del
mismo color, vi mi mano conectada a unos aparatos, eso hizo que me aterrara
¿Qué me había pasado?
Pero ahí estaba el, agarrando mi mano
con fuerza para no soltarme, se encontraba dormido y parecía estar descansando
plácidamente, no lo quise despertar a si que no me iba a mover mucho para que no despertara, pero
aun asi eso no me quitaba las preguntas de mi cabeza, ¿Por qué todo lo malo me
pasa a mi?, me pregunte en un intento de desesperación por saber que había
sucedido.
Unas cuantas lagrimas recorrieron mis
mejillas, estaba asustada y cansada de la vida, era joven y me consideraba
fuerte, pero habían veces en que me derrumbaba por completo y creía que no
podría seguir, tanto dolor y miedo por tantos años me habían dejado secuelas
muy grandes.
Con la mano que el no agarraba me
limpie las lagrimas de los ojos, intente respirar hondo y tranquilizarme. Tenía
una de sus trenzas cerca de su rostro y se la quise quitar sin que se levantara. Pero no funciono
al instante vi sus ojos abiertos como platos hacia mi.
- BETH!! - Dijo sorprendido y me abrazo -
Me mantenía abrazada muy fuerte como
que tuviera miedo a algo o a alguien, su calor corporal en ese momento me
reponía mucho, me daba confianza, sus brazos fuertes rodeaban mi cintura.
Habían pasado segundos asi, y en mi cabeza había un debate, el de abrazarlo o
alejarlo, ya que mis brazos aun se encontraban quietos, una parte de mi decía
que lo abrazara por que lo necesitaba, creo que eso me lo decía mi corazón, y mi
orgullo me decía que me alejara que el me había mentido…
“! Estoy cansada de hacer lo que me
diga mi orgullo!” Pensé para mi misma y ni bien pensar eso lo rodee con mis
brazos aferrándome mas a el.
Llorando cerca de su pecho donde
claramente podía escuchar el latido de su corazón descontrolado sentí como se
me iban las fuerzas y eso me llevo a soltarlo, yo no quería, me había echo
también abrazarlo que ahora no quería… el me soltó y con sus ojos brillantes y
cristalinos me miro tiernamente.
- ¡despertaste!! - me dijo con voz
quebrada -
- si- susurre -
- lo lamento, lo lamento mucho - se
disculpaba una y otra vez, yo no entendía el porque de sus disculpas,- no quise
mentirte - dijo al final con cabeza gacha, le sonreí porque en realidad ya ni
me importaba eso, lo único que quería era ir a casa,…con el.
- no te preocupes, no hay nada que
perdonar - le dije y le sonreí, el me volvió a abrazar y yo también lo abrase -
Yo no tenia hermanos mayores, que me
protegieran y cuidaran y yo creo que en tomas encontraba eso, ese cariño que
nunca había tenido. A pesar de que estaba mi hermana pero ese era otro
problema, ella y yo éramos un caso perdido, mi cuñado si me cuidaba pero
siempre tuvimos malos momentos, discusiones a si que no creo que lo que tom me
transmitía se comparara con la de mi familia de verdad, mil veces prefería a
tom…
Tanto tiempo llorarle a tom en su pecho
y sin soltarlo yo creo que nos había cansado a los dos porque fue un movimiento
mutuo el de separarnos, el me sonreía parecía feliz, pero en un movimiento
extremo su expresión fue seria y preocupada…
- ¿Qué pasa?- pregunte -
-¿que paso? - me pregunto - ¿porque te
pusiste asi?- me volvió a preguntar -
- a si como, no entiendo - le dije, la
verdad mi cabeza era un árbol, a si de enredada estaba -
- eliza - me decía muy serio - ¿confías
en mi?- me pregunto, eso me asustaba un poco -
- claro que si - respondí segura de lo
que estaba diciendo -
-entonces quiero que me digas con la
verdad - remarco - ¿Qué fue lo que paso, que fue lo que viste o escuchaste, como
para que te hayas puesto a si de mal?-
me pregunto cauteloso, era verdad ni me había dado cuenta de que “oh si eliza,
estas en un hospital”, pero en realidad lo mismo me preguntaba yo, no sabría
como responderle a ello -
- no lo se- dije perdida -
En ese momento mi cabeza estaba en la
nada, no me acordaba de nada. Lo último que grabo mi memoria fue…
- a el - susurre sorprendida. Me llene
de miedo y pánico, comencé a ponerme nerviosa y tom lo noto -
-¿eliza que pasa? - preguntaba
preocupado -
- nada - dije enseguida, pero no me
creyó -
- eliza…- dijo serio pero en ese
momento la puerta se abrió, entró un señor muy sonriente de bata blanca, no tan
mayor pero tampoco joven, tendría sus 40 años por lo menos, me lo quede viendo
raro pero alguien venia a tras de el, lo reconocí a penas lo vi…
-papá - grite emocionada -
Apenas me vio vino corriendo hacia mi a
abrazarme, ahora si estaba completa me sentía muy pero muy protegida, ya no
tenia miedo a que algo ocurriera, lo tenia a el y a tom, eso para mi era suficiente.
Papá me miro preocupado muy preocupado,
todos me miraban asi, pero a caso nadie podía decirme ¿Qué había pasado?...
- cariño ¿Qué ocurrió?- me pregunto mi padre
preocupado -
- no lo se - le respondí -
- Elizabeth - me llamo el hombre que
estaba a lado de tom - soy el doctor
Miller, soy el que te atendió - me dijo y se acerco a mi -
- mucho gusto, ahora me puede decir ¿Qué me
ocurrió?- pregunte confusa -
- puedo decirte que te trajo aquí, pero
que fue lo que te lo ocasiono solo tu puedes saberlo - me respondió, no le
entendí para nada -
- lo que tuviste fue un ataque de
nervios muy fuerte y eso causo que tengas un
mini paro cardiaco eso es peligroso puede afectar muchas cosas, aparte
de que era peligroso ya que te pudo dar un infarto cerebral y asi no hubieras
resistido- ahora necesito hacerte algunos exámenes para verificar que no tengas
un infarto cerebral- me dijo-
Respire hondo para procesar todo lo que
me había dicho ¿mini paro cardiaco? ¿Infarto cerebral? ¿Ataque de nervios?, mi
cabeza estaba echa una batalla de preguntas, ¿Por qué me decía eso? Yo no me acordaba de nada,
estaba tan confundida.
- vamos a comenzar con una prueba de
movimiento - me decía y se acerco mucho a mi, en reflejo rápido me aleje de el.
-tranquila no te voy a ser nada - dijo
y volví a mi postura normal, tomas se sentó a un lado de mi cama, con la mirada
le agradecí eternamente eso, ya que me daba mas confianza y mi padre no se
quedo atrás el estaba al otro lado…
El doctor me hizo mover las muñecas de
la mano, cada dedo, los pies, las piernas, los brazos enteros, me hizo pararme
aunque estaba tan débil que me costo, hizo que caminara y por ultimo que
intentara golpear algo, me pareció tan absurdo y chistoso que cada vez que me
pedía que hiciera algo me le reía…
- ok, no tienes ningún problema con los
movimientos. Ahora vamos a ver la vista y los sentidos - decía, de haberme
causado absurdo ahora me parecía muy extraño, porque tanta cosa-
- ¿a que se refiere con sentidos?
- pregunte -
- fácil, si ves bien, si escuchas bien,
si sientes lo que es frio y caliente, si puedes saborear - me decía yo iba
entendiendo, pues al parecer mi “mini paro cardiaco” me pudo a ver ocasionado
un infarto cerebral y todo lo que me estaba haciendo hacer y todo esa cosa de
los analices, era para ver si no había afectado al cerebro -
Comenzó con la vista, con una linterna
me revisaba cada ojo, después fueron mis oídos, después si saboreaba, eso fue
desagradable pues me hicieron probar algo horrible que claramente si pude
saborearlo y por ultimo me hizo ver si diferenciaba entre frio y calor, para
eso utilizo hielo y un café que tenia mi padre en su mano, claramente pude
distinguirlos -
- muy bien terminamos - dijo y me
acosté de nuevo en la cama exhausta, se podría decir que ya estaba demasiado
débil como para que me hicieran hacer algo mas.
- es hora de que comas, porque debes de
tener hambre, ¿verdad? - dijo y yo hice una mueca, no es que no tuviera hambre,
simplemente era el hecho de pensar en la comida de un hospital me hacia quitar
el hambre por completo -
- pues…- decía pero el que alguien
abriera la puerta me interrumpió…-
- BIL!! Ya DESPERTO!! - grito samantha
emocionada y jalo con ella a bill, fue todo muy rápido, solo se que me tenia
abrazada muy fuerte, me causo gran impresión, yo no seria capaz de abrazar a
una persona que solo la conozco a se como mas de 1 dia, y peor aun de esa
manera como ella lo estaba haciendo…
- nos tenias preocupados - me dijo y se
sentó a un lado -
- lo lamento no quería asustarlos - me
disculpe con todos, ella agarro mi mano y me sonrió, en samantha lograba ver a
una chica muy especial, alegre y muy simpática -
-a todo esto, Elizabeth ¿nos podrías
decir que fue lo que ocurrió?- pregunto mi padre muy serio -
-
Si ¿Qué Viste o escuchaste?- pregunto samantha -
Me quede pensando y buscando en mi
memoria pero no encontraba mucho. Solo recuerdo la melodía, su silueta… sus
ojos… su piel…. EL…
-EL…- susurre -
-¿el? ¿Quién es el?- pregunto samantha
que al parecer ella si me había escuchado -
La mire nerviosa, no sabría que responderle,
y sencillamente no les podría decir la verdad porque no es un tema que
estuviera en discusión….
- no nadie, no me acuerdo - mentí y
desvié la mirada hacia mis manos -
-¿segura?- pregunto el doctor y sentí
las miradas penetrantes de todos hacia mí
-
-segura -
respondí, ellos me miraron serios
- “segura de que esto va a ser el principio”- pensé y me vi con mucho miedo de
volver a repetir aquella historia -
“SOLO VA A SER EL PRINCIPIO”
- BILL-
Después de tener tremendo susto con
Elizabeth, samantha y yo decidimos que lo mejor seria ir a descansar a la casa…
Íbamos en mi auto manejando por la
carretera principal, samantha jugaba con sus manos, eso me alteraba odiaba que
haga eso, habíamos estado en silencio por mas de 15 minutos a si que decidí
estacionarme en un lado de la carretera para poder hablar…
- ¿Por qué paras?- me pregunto nerviosa
-
- necesitamos hablar - respondí serio -
-¿sobre que?-
- ¿estas bien?- le pregunte mirándola
directo a los ojos, pero ella me desvió la mirada -
- claro que si bill, un poco preocupada aun - respondió misteriosa
-
- claro que no samantha, si algo he
aprendido estos 2 años que llevo conociéndote es que cuando dices que estas
bien cuando no es verdad es porque algo te ocurre y debe de ser grave -
dije en tono suave -
- ¿Por qué dices eso?, claro que no, si
estoy perfecta - dijo y se bajo del auto -
- ¡Sam!! - le dije y me baje del auto
también, camine hasta donde estaba ella parada y me puse al frente de ella -
La mire detenidamente, samantha siempre
había sido tan bella amaba todo en ella, era alegre, sutil, despreocupad,
hermosa y sexy... ¿Le hacia falta algo? Claro que no, pero sin embargo ahora la
lucecita que siempre había brillado en sus ojos estaba muerta, no era la misma,
o yo no era el mismo... ¿a caso el sentimiento que le tenia había cambiado?
- bill… estoy perfecta - dijo y dio la
vuelta para regresar al auto, agarre su brazo y la detuve haciendo que girara y
quedara muy cerca de mi. Me miro sorprendida, en sus ojos veía preocupación y
miedo, pero, ¿miedo a que?, solté con delicadeza su brazo y coloque mi mano en
su mejilla, acerque su rostro al mío.
Sus labios se veían apetitosos, tan
delicados, tan suaves y con su rojo natural, la apreté hacia mi cuerpo y la
bese, la bese como nunca lo había echo, como si el miedo a perderla estuviera
hay vivo, sus labios eran dulces…
Fue único el momento en que la bese
pero algo estaba mal, algo no estaba en su lugar, la solté y separe mis labios
de los suyos, me miro asustada e intimidad…
Bajo su mirada y corrió hacia el auto,
entro y volvió a su lugar, miraba hacia la carretera muy seria, estaba
demasiado rara, su actitud había cambiado de un momento al otro, me asustaba
aquella situación.
Entendí que lo mejor seria llegar a
casa y ahí poder aclarar todo
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